The
Conjuring

En enero de 1971, la familia Perron se mudó a una granja de 14 habitaciones en Harrisville, Rhode Island, donde Carolyn, Roger y sus cinco hijas empezaron a notar que ocurrían cosas extrañas casi inmediatamente después de mudarse.

Empezó con algo pequeño. Carolyn se daba cuenta de que la escoba desaparecía o parecía moverse sola de un sitio a otro. Oía el ruido de algo que rozaba la tetera de la cocina cuando no había nadie. Encontraba pequeños montones de suciedad en el centro de un suelo de cocina recién limpiado.

Las niñas empezaron a notar espíritus por la casa, aunque en su mayoría eran inofensivos. Sin embargo, había algunos que estaban enfadados.

Supuestamente, Carolyn investigó la historia de la casa y descubrió que había pertenecido a la misma familia durante ocho generaciones y que muchas de ellas habían muerto en circunstancias misteriosas u horribles. Varios de los niños se ahogaron en un arroyo cercano, uno fue asesinado y otros se ahorcaron en el ático.

El espíritu retratado en la película, Betsabé, era el peor de todos.

"Fuera quien fuera el espíritu, se consideraba la señora de la casa y le molestaba la competencia que mi madre le hacía por ese puesto", dice Andrea Perrón, la mayor de las cinco niñas.

Resulta que hubo una persona llamada Bathsheba Sherman que vivió en la propiedad de los Perron a mediados del siglo XIX. Se rumoreaba que era satanista y había pruebas de que había estado implicada en la muerte del hijo de un vecino, aunque nunca se celebró ningún juicio. Fue enterrada en un cementerio baptista cercano, en el centro de Harrisville.

Los Perrón creían que era el espíritu de Betsabé el que les atormentaba.

Según Andrea, la familia también experimentó otros espíritus que olían a carne podrida y hacían que las camas se levantaran del suelo. Afirma que su padre entraba en el sótano y sentía una "presencia fría y apestosa detrás de él". A menudo se mantenían alejados del sótano con suelo de tierra, pero el equipo de calefacción solía fallar misteriosamente, lo que hacía que Roger se aventurara a bajar.

Durante los diez años que la familia vivió en la casa, los Warren hicieron múltiples viajes para investigar. En un momento dado, Lorraine organizó una sesión de espiritismo para intentar ponerse en contacto con los espíritus que poseían a la familia. Durante la sesión, Carolyn Perron fue poseída, hablando en lenguas y levantándose del suelo en su silla.

Andrea afirma haber presenciado la sesión en secreto.

"Pensé que me iba a desmayar", dijo Andrea. "Mi madre empezó a hablar en una lengua que no era la suya. Su silla levitó y fue arrojada al otro lado de la habitación".

Aunque la versión cinematográfica de los hechos culmina con Ed realizando un exorcismo en lugar de una sesión de espiritismo, Lorraine insiste en que ella y su marido nunca intentarían uno, ya que deben realizarlos sacerdotes católicos.

Después de la sesión, Roger echó a los Warren, preocupado por la estabilidad mental de su mujer. Según Andrea, la familia siguió viviendo en la casa debido a la inestabilidad financiera hasta que pudieron mudarse en 1980, momento en el que los espíritus fueron silenciados y cesaron las apariciones.